A las 8:45 pm le llegó el turno a Daddy Yankee, que se montó sobre las tablas luego de una cuenta regresiva que, de nuevo, despertó los gritos de sus fanáticos. Talento de barrio, tema homónimo de la película que estreno hace algunos meses en Estados Unidos, abrió un show marcado por la vigorosidad de su voz y la capacidad de interpretar, casi sin pausa, 18 temas en poco más de una hora. Machucando, Noche de entierro, Machete, Qué tengo que hacer (que sufrió una grave falla de sonido de al menos un minuto), Modélame así y Tírate un paso fueron algunas de las canciones que mantuvieron arriba los ánimos de una audiencia que sólo deseaba saciarse de reggaetton y lo estaba logrando.Un video con imágenes de varias barriadas caraqueñas, como el 23 de enero, y un indigente que mandaba un saludo al artista dejó por pocos instantes en silencio al público que se veía retratado en la cotidianidad de la pantalla. “Caracas calle” fue la frase que se exhibió al final del audiovisual que de inmediato dio paso a Somos de calle, que puso el acento social de la presentación.
El “sandungueo” regresó con Suénalo y Llamado de emergencia, que hizo que el escenario se convirtiera en una sala de hospital con todos los bailarines vestidos de enfermeros. Justo en medio de este tema, durante una improvisación salsera, Daddy Yankee nombró a Oscar D’ León como una de sus influencias musicales.
Las luces se apagaron por completo para hacer que los fans encendieran sus celulares y los movieran al ritmo de Parabrisa. Rompe, La gasolina, Tú me dejaste caer y No es culpa mía cerraron el espectáculo que llegó a su clímax con estas interpretaciones. “A todos los que hacen música urbana, sigan su sueño” dijo un inspirado reggaettonero que sabe que el suyo se cumplió más allá de lo que se hubiese imaginado.
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