Vico C fue el que causó la mayor euforia en la audiencia cristiana y secular.
Las luces se pusieron tenues y de repente se escuchó una voz que interpretaba: “Yo no lloro, si caigo me levanto del lodo, saco el bolígrafo y me desahogo, no tienen que venir aquí a ponerme pila, diciendo las verdades me dicen el kila…”.
La gente enloqueció y de repente apareció “El padre del reggaetón” vistiendo un traje blanco; los aplausos no se hicieron esperar.
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