Tras convertirse hace seis meses en padre, el rapero cristiano Ayala nunca imaginó que presenciar el parto natural de su hijo, Asbel Yalell, lo transformaría como hombre al ser testigo de lo que representa el amor puro y el sacrificio de una madre. Melvin Ayala, su nombre de pila y quien es hermano del famoso rapero Daddy Yankee, atesorará siempre en su alma y mente el momento en que su esposa, Naydimar Ortiz, dio a luz a su primogénito luego de 13 horas de parto.
El artista, que tiene 32 años de edad, indica que “las mujeres son unas campeonas. Esto te cambia por completo. Desde que estás en la sala de parto uno sabe cuánto las mujeres sienten y sufren por un hijo. Como vi eso ahora, sé cuál es ese sentimiento de Dios con Jesucristo, por su valor de entregar a su hijo por nosotros”.
Tan pronto tuvo a su chiquillo en sus brazos, lo primero que dijo fue “esto es un milagro de Dios” y corrió a llamar por teléfono a su madre, Rosa Rodríguez, para “decirle perdóname por todas las cosas que yo he hecho. Y ella me dijo ahora tú sabes por qué yo te decía las cosas’”. La llegada de su vástago a este mundo el 30 de julio, un día antes del cumpleaños de su procreadora, es para el solista “lo más maravilloso que he experimentado. Cuando tú presencias ese acto y ese milagro de Dios, te cambia la perspectiva y por eso digo que las mujeres son unas campeonas”.
Naydimar Ortiz, por otra parte, describe a su esposo como “un buen papá y mejor de lo que yo esperaba. Es bien atento y cuida al nene bien cuando tengo que trabajar. Lo baña y le ha cambiado el pañal”.
La también bailarina y coreógrafa, de 28 años de edad, describe a su benjamín como un bebé bien tranquilo, que se porta bien y que llora sólo cuando tiene hambre. Por cierto, ella lo lacta a tiempo completo. Además, dice que es “bien astuto y tolera el ruido”.
Su esposo, asimismo, agrega que “él es bien comelón y bien activo”.
En cuanto al físico de su hijo, el vocalista señala que “ese nene salió Ayala, pero tiene de los dos. La nariz y la boca es de su mamá y duermen idénticos. Mientras que Naydimar Ortiz dice que “el pelo está lacio hasta ahora y el papá está rogando que se le quede así (ríe)”.
Debido a su base cristiana, Ayala desea que su chiquilín se críe con la palabra de Dios, porque quiere que “aprenda de todo y escoja, pero que conozca de Dios. Quiero llevarlo a la casa de Dios. Quiero que se enamore de Dios, pero no obligarlo”.
En tanto, le fomentará como parte de su crianza el valor del amor y de la amistad, y lo motivará para que logre sus metas soñadas y sea trabajador.
A manera de anécdota, Ayala cuenta que a los dos meses de nacer su heredero tuvo que viajar al extranjero para cumplir con una serie de compromisos de trabajo que lo mantuvieron un mes apartado de su familia.
Al regresar, cuando tuvo su encuentro con su bebo, lo abrazó y empezó a llorar por el tiempo separado de él y por lo cambiado que estaba, ya que los pequeños van cambiando sus rasgos diariamente.
Asbel Yalell, cuyo nombre es inspirado en su tío Asbel y Yalell, porque significa Él alaba a Dios, no sólo está rodeado de amor, sino que tiene dos madrinas y dos padrinos: Carol Ramos, Yalech Colón y sus tíos Asbel Ortiz y Nick Ortiz.
Cabe señalar que Ayala a principio de 2009 lanzó su primer disco, Vivir por fe, cuyos temas son cristocéntricos y fusionan varios estilos musicales como hip hop, R&B, reggae roots, rock y reguetón.
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